Pesca de embarque

El día se presentaba como" para chuparse los dedos". Como habíamos quedado, Sergio, conjuntamente con un grupo de amigos y clientes de AIRE Y SOL, me recogió en el minibus las 6 y 30 en la terminal de Atlántida. Luego de comprar unos bizcochos para el corto trayerto que nos quedaba, a las 7 y 15 estábamos llegando a nuestro punto de embarque.

Allí nos estaban esperando Sergio Andrés y su tripulación con todo pronto para la partida. Aunque todos llevan de todo por las dudas las preguntas de rigor surgieron al instante: ¿qué está saliendo.' ¿qué carnada será mejor?. Realmente no se porqué preguntan; todos van preparados como para pescar un mes y sólo estaremos unas horitas. Yo como siempre solo llevo la máquina de fotos, porque los amigos de la lancha tienen de todo como "en botica", y siempre algunas tiraditas hago para ver si despunto un poco el vicio. En esta oportimidad la suerte me fue esqviiva al igual que a otro amigo.

Como se practica la pesca de embarque

Primero pescamos en los bajos del Solís, por si aparecía algún pejerrey. Las flechas de plata a pesar de que estuvimos casi una hora no se presentaron para disgusto de todos nosotros.

Decidimos probar con piezas más grandes y nos fuimos más adentro buscando fondo de barro. La mano segura del timonel nos ubicó en un apostadero donde sí empezaron a picar.

Primero los mingos, luego algimas corvinas muy lindas y algún congrio, pero muy espaciado y poco para lo que es la época, pero Ud. vio, todos esperamos y seguimos buscando por si acaso. Eso sí, después de las cuatro horas de pesca ninguno se fue zapatero, todos volvimos con algo; yo con las fotos, y al socio que no sacó nada, los de la lancha le regalaron dos corvinas hermosas.

Previa limpieza de las piezas, emprendimos el retorno a casa. Conversando con gente de la zona, nos comentaron que el pescado no come porque el agua sigue muy salada y con la presencia de muchos camarones. El pescado está lleno y no come; algunos días el pique es más notorio que otros. Hay que seguir buscando e intentando; los amigos de Cuchilla Alta siempre tienen los cupos llenos, o somos fanáticos o es que siempre algunos se sacan, y algún pescado comemos junto con la familia. Gracias a los amigos de la IGEU 3, por su amabilidad y a Sergio Freitas, que me dio la oportunidad de pasar momentos realmente muy buenos junto al grupo de AMIGOS.