• El blog de la pesca deportiva

Pesca en Piriápolis

Por suerte en este país tenemos una costa hermosa para todos los gustos y por supuesto que si de pesca se trata, mejor.



Hay lugares muy buenos, para la corvina, otros para el pejerrey, sargo, brotóla, etc.



En algunos de éstos es un poco sacrificada la pesca, por enganches, por zonas muy abiertas y ventosas o poco espacio para el lance cuando se juntan muchos aficionados; por supuesto que igual estamos todos ahí.



Somos pescadores de toda la vida y hemos recorrido muchos pesqueros; siempre con la cañita en cuanta piedra que nos pudiéramos parar y las ganas de hacer un lance probando algún tirito. En una de esas salidas de pesca por nuestra costa tuvimos oportunidad de conocer a una persona que nos contó una interesante historia.

Se trata de Richard Martínez, pescador al igual que nosotros. "Hace aproximadamente seis años empecé a alquilar una casa en Punta Colorada todo el año. Me iba a la "alta" o a la "batidora", pero estando junto a mi señora y mis tres hijos, me fui arrimando a la playa y siempre dejaba alguna caña tirada con pocas ilusiones mientras jugaba con ellos. Un día que estaba ventoso y feo, ya con ganas de irnos, saqué la primer corvina; al ratito otra, las dos buenísimas, nos fuimos chochos de la vida comentándole a mi señora que era de casualidad porque ellas normalmente están cerca de las rocas. Seguimos viniendo al mismo lugar y los resultados eran cada vez mejores.

Después adopté esa playa como pesquero, para mí, de los mejores, por lo completo; uno tira la caña y nunca sabe lo que puede salir, porque hay de todo: corvinas, burras, brotólas de noche, mochuelo, pejerrey, pescadíllas, etc., y lo principal es la comodidad del lugar, sin enganches y una playa maravillosa. Fue así que empecé a buscar un terrenito por aquí, pero estaban muy caros, hasta que un día salieron a la venta cinco terrenos en cuenta.



Llamé a la dueña para comprarle uno y me dijo que los vendía todos juntos. Después de unos días le comenté a mi primo José y planteamos la posibilidad de comprarlos y luego dividirlos. Eran 6.500 mts2. en total. Esto terminó siendo al final Dunas del Este." Este breve relato, de un pescador amigo, nos lleva a contárselo a Uds. porque encontró una opción de vida, en un lugar excepcional, unida a una de sus grandes pasiones, la pesca.

Richard lo llama "su pesquero favorito", donde se pueden pescar corvinas, burnquetas, pejerreyes, pescadilla, mochuelos, etc., siendo una de sus preferidas la pesca de brotóla nocturna. Estimado lector, le aconsejamos acercarse a este complejo de cabanas de más de 60 m2 cada una, a cien metros de la playa, rodeado de un monte indígena y parque, con buen nivel de construcción, completo y equipado con parrilleros, cocheras, etc.



Tienen muy buenos precios incluso por día o fin de semana, nos animamos a decirle que si baja a la playa a pescar y no saca nada en el fin de semana, capaz que hasta le devuelven el dinero de la estadía. Comuníquese con nuestro amigo Richard Martínez al teléfono 209 1328, por más informes y reservas. El resto de los secretos de la pesca en el lugar, se los dará personalmente. Le aseguramos que no se va a arrepentir.